PERÚ
Reportaje
Desde las sombras de la memoria rescato una imagen. Junto a la ventana mi madre y mi abuela leen la carta de mi tía monja mientras yo me balanceo sin parar en la mecedora de la abuela. Cuenta mi tía como ha cruzado selvas y ríos para llegar a la aldea. El relato me atrapa y dispara mi imaginación. Fue mi primer enganche con Perú.
Mucho tiempo después mi pasión por la historia y la arqueología cimentaron el deseo de conocer el territorio de los incas. El icono del Machu Pichu, esas ruinas perdidas entre las brumas del tiempo y la maleza, se convirtió en el gran polo de atracción. Un destino que conseguí realizar hace unos años para confirmar que Perú es mucho más que el Machu Pichu. Un país con una gran riqueza cultural, etnográfica y natural. Tan grande como su pobreza económica. Pueblos de papel que se levantan en los cerros de Lima. Campesinos marcados por los surcos de la alta montaña. Indígena y colonial. Un país de cordilleras blancas y montañas negras, de cóndores y pingüinos, de selvas y desiertos. Atravesado por la intensa arteria de la panamericana donde no cesa el ir y venir de camiones. Atrapadas en estas imágenes el Perú que conocí en agosto de 2015.
